¿Por qué un retiro para mujeres?
Antes de que finalice el año, que mejor que darnos un tiempo de retiro para vivir nuestra sagrada feminidad. Para pensarnos y repensarnos como mujeres de este tiempo que buscamos armonizar nuestra frecuencia vibratoria. Una oportunidad ideal para conectar con tu interioridad, respirar, dedicarte un espacio, renovar tu energía y volver a tu centro para sentirte segura del camino de tu vida.
Retirarse es salirse de la rutina diaria dejando atrás todas las cosas que hacemos de forma automática, para sustituirlas por un lugar nuevo, con gente nueva, con impulsos e ideas nuevas, con una forma diferente de estar en contacto con nosotras mismas y con nuestro entorno. Es un soplo de aire fresco en nuestras vidas, un lugar para observar y reflexionar, un oasis en el desierto, un lugar de alegría y libertad. Un momento para conocernos a nosotras mismas y encontrar paz interior, en compañía de otras mujeres que se hermanan con nosotras sosteniéndonos mutuamente en nuestros propósitos.
Retirarse es una forma de crear momentos para sentir, escuchar y valorar cómo estamos afrontando nuestra vida, aportar guía y claridad a los retos que se nos presentan por delante. Es una manera de cuidarnos, mirar hacia atrás y proyectar un mañana significativo. Una oportunidad ideal para conectar con tu interioridad, respirar, dedicarte un espacio, renovar tu energía y volver a tu centro para sentirte segura del camino de tu vida.
¿Por qué Matrimonio Sagrado Interior?
Para una mujer, sentirse completa al margen de las circunstancias externas, es el único lugar desde el que puede recuperarse a sí misma, en un espacio de paz, alegría y satisfacción interna. Además, es el único lugar desde el que poder construir relaciones más sanas y respetuosas con nosotras mismas y con los demás. Cuando una mujer se elige a sí misma, acepta y celebra la totalidad de su ser, se produce la unión alquímica interna que se traduce y manifiesta en su realidad cercana y todo su entorno.
En este retiro vamos a crear un espacio para revisar nuestras creencias y patrones heredados y aprendidos. Vamos a limpiar nuestro corazón y nuestro útero de las relaciones en que nos sentimos dañadas o hemos dañado, para liberarnos de cargas y culpas. Vamos a identificar nuestras verdaderas necesidades para construir recursos para hacernos responsables de ellas. Vamos a buscar y a recuperar nuestro poder interior para dirigirnos en la vida desde la fuerza del merecimiento. Vamos a revisar y renovar nuestros votos comprometiéndonos con nuestra propia vida, nuestra alma y nuestro propósito. Vamos a recuperar nuestra alegría y la capacidad de gozar de ser quienes somos y a aprender a abrazarnos con pleno amor, dando espacio real y privilegiado a nuestro amante interno.
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