¿Qué es el Sagrado Femenino?
Cuando hablamos del Sagrado Femenino, hacemos referencia al aspecto femenino de la divinidad que somos. Tanto varones como mujeres gozamos de este aspecto; sin él no somos completos y la completud es uno de los atributos fundamentales de la divinidad. Después de miles de años, estamos listos para asumir nuestro Sagrado Femenino e integrarlo a nuestra conciencia. Todo cuanto nos rodea exige que nos comprometamos en la búsqueda de nuestro Yo Femenino para sanar nuestro pasado, nuestro linaje y nuestra Madre Tierra. Es urgente maternizar el diario vivir, los vínculos, los roles dirigenciales. Los ricos matices del Sagrado Femenino como solidaridad, diálogo, ternura, comprensión, confianza, capacidad receptiva, escucha amorosa, acompañamiento silencioso, amor incondicional, fertilidad y creatividad (en toda la extensión de su significado) deben descender a la Tierra y nosotros somos el canal. Las Mujeres somos convocadas por la Diosa que nos reclama cumplir nuestra función sacerdotal y sanar sanándonos a nosotras mismas
La Terapia Floral en la Sanación del Sagrado Femenino
La terapia floral, de gran difusión en estos días, tiene remotos orígenes, desde la antigua china, Hipócrates, la tradición sufí, Paracelso, Hahnemann y Steiner. La trae al siglo XX el maestro Edward Bach, médico de origen galés de invaluable intuición, que abrió las puertas a lo que sería una verdadera revolución en la compresión del significado y sentido de la salud y la enfermedad. Hoy, la gran mayoría de las personas se han acercado a este tipo de terapia, comprometiéndose en “la vía floral” (como me gusta llamar a este proceso alquímico), para alcanzar un mayor grado de autoconocimiento y expansión de su conciencia.
Somos Conciencia Purísima. Co-creadores maravillosos de elevada sabiduría. Somos Aquel, y también éste de aquí, que aún no ha despertado a su auténtica esencia. Somos dualidad, y en ella reside nuestra Completud. Somos capaces de darnos la realidad más bella o una circunstancia dolorosa que nos cuesta asumir como propia. Somos potenciales de la perfecta salud o de la enfermedad más cruel (ya sea física, mental, espiritual, es lo mismo, porque somos Unidad). Dónde estén nuestras creencias, nuestra conciencia, estará nuestra realidad.
¿Dónde está hoy tu conciencia?, ¿Dónde estaba cuando te construiste tu realidad presente?, ¿Disfrutas de esa realidad? Si es así, entonces has elegido crear desde un elevado nivel de conciencia, pero si no lo es, entonces puedes volver a elegir entre permanecer en ella o alquimizar, trasmutar, convertir tu conciencia a una vibración más elevada. Las circunstancias que no nos agradan llegan a nuestra vida, son convocadas por nuestras propias creencias, con el propósito de mostrarnos aquellos aspectos de nosotros mismos que necesitan ser iluminados. Son las postas que nos hemos planificado en nuestro mapa de ruta para llevar a cabo nuestro proceso de Iluminación.
¿Es que acaso somos oscuridad y necesitamos poner luz? No, somos Luz y necesitamos manifestarla. En eso reside dicho proceso, en poner a la Luz, la Verdad del Ser que somos. Son innumerables las herramientas de las que disponemos para aceptar la oportunidad y comenzar el trabajo de decapar, como una cebolla, hasta llegar al centro de aquello que hemos armado y crearnos algo nuevo, que refleje nuestra Luz. El Universo posee todas las conciencias y sabidurías, sólo debemos enfocar nuestra atención e intención y convocarlas. Las flores, las piedras, los mares, los animales, los astros; encarnan sabidurías y pueden comunicárnoslas si damos nuestro consentimiento. Si despertamos al Alquimista que somos con estos asistentes universales, dispararemos un proceso que le dará sentido a nuestro paso por este planeta. A eso hemos venido aquí, a saber quiénes somos, a recordar que somos Aquél.
En este contexto, la Terapia Floral es una exquisita vía de autoconocimiento. Trabajan en los planos más profundos de nuestro cuerpo emocional y funcionan como actualizadoras de información, colaborando así en nuestro proceso evolutivo. Despiertan nuestros curadores internos, activan nuestra memoria sagrada, disuelven bloqueos y traumas, descongestionan el cuerpo mental y, fundamentalmente, crean Conciencia de Ser.